martes, 28 de julio de 2009

Bolivia

Por la noche mi hermano otra vez se vuelve a encontrar mal, así que decidimos ir a un hospital que tenga un servicio de urgencias, esta vez vamos a uno público (lo cual no quiere decir gratuito, ya que la sanidad gratuita aquí no existe). Así que nos llevan a un hospital justo al lado de la Facultad de Medicina. Las ambulancias que hay fuera obviamente con el escudo de nuestro país, y cuando entramos dentro vemos todo repleto de placas donde aparece el Ministerio de Asuntos Exteriores de España y el logotipo de Cooperación Española (se deja ver que la pasta en este hospital lo pone el Estado Español), eso sí por dentro no es como realmentes esperabamos, aunque no esperabamos una maravilla, somos realistas y sabemos donde estamos. La higiene brilla por su ausencia.
De todos modos atienden a mi hermano y lo meten en un "box" (entre unas cortinillas mas o menos)
El residente me hace una lista con las cosas que necesita (suero, jeringuillas,...) y una lista con los análisis (grupo sanguíneo, glucosa, creatinina, sedimento en orina.... vamos lo que en España se pide a casi cualquiera que entra por urgencias) y me manda a la caja del hospital a pagar. De allí tengo que ir al laboratorio a mostrarles el justificante para que le hagan los análisis y a la farmacia del hospital para comprar todo el instrumental, donde para mi sorpresa me dicen que no tienen todo lo que me piden. Dejo lo que consigo a la enfermera con mi hermano y salgo en busca del resto. Todas las farmacias estan cerradas y eso que toda la calle esta llena de ellas (son las 6 de la mañana) y camino unos 20 minutos hasta encontrar una abierta. Al llegar veo que le estan intentando conseguir una vía (pincharle en la vena) y llevan unos cuantos intentos.... como si no se le notasen con esos brazos de escalador!!! ¿Dónde nos hemos metido?
Con los analgésicos mejora (obviamente), parece que aquí cualquier dolor lo solucionan con analgésicos y todo solucionado.
Al rato nos echan fuera a la gente que estamos allí (con el frío que hace, aunque tampoco en el hospital hace mucho calor ya que no existen la calefacción) donde me pongo a hablar con un boliviano que tiene a su mujer ingresada desde ayer por intoxicación por ingerir matarratas. Justo aparece una monja preguntando por mi (obviamente no paso desapercibido en La Paz y menos en el hospital), mis padres están bastante preocupados ya que hemos cometido el error de avisarles (menos mal que no ven donde hemos acabado) y han contactado con ella a través de una amiga. Pilar se dedica con otras 2 monjas a cuidar y educar a niñas madres de 14 o 15 años que han sido violadas por sus padres o padrastros. Lleva 40 años en Bolivia, y conoce muy bien el país. Tenemos mucho tiempo hasta que traen los análisis y hablamos del país, de su gente, de cómo nos ven a los españoles... en las cuales nuestras sospechas se ven reafirmadas. También tengo tiempo de ver muchas más cosas por mi mismo, gente que pregunta antes el precio de las pruebas y rechazarlas por no tener dinero suficiente, o incluso no poder comprar medicamentos para sus hijos. Todo esto no puede dejar indiferente a nadie.
A las horas traen los análisis y el médico nos comenta que posiblemente sea vírico, asi que nos manda a casa. Vamos a la casa de las monjas donde comemos y mi hermano se quedará a dormir.
En total nos habremos gastado unos 400 bolivianos (40 euros), lo cual supone la mitad del salario de una persona media en Bolivia, y eso que solo han sido unos análisis generales y dos tontadas como quién dice. Sobran los comentarios.
La montaña seguramente haya acabado, pero también es bueno comentar estas "aventuras" (aunque me extienda tanto) ya que muestran otra cara del país que otras personas no ven o a la cual no se quieren enfrentar.

No hay comentarios:

Publicar un comentario